Cada vez son más los vídeos que nos enseñan, en menos de un minuto, lo fácil que es aplicar microcemento, pero no es así. Este material es bastante más complejo de lo que unos segundos de imágenes pueden enseñarnos. Además de que, una aplicación incorrecta, supondrá mayor inversión de tiempo y dinero.
Lo hemos visto en muchos interiores y fachadas en Mallorca: errores en la aplicación de este material tan de moda actualmente. Dichos errores pueden salir bastante caros, por eso hoy te damos razones para contar con un equipo profesional.
¿Qué ocurre al aplicar microcemento?
Definamos primero qué es para poder comprender mejor cómo funciona.
El microcemento es un material continuo, es decir, sin juntas. Tiene un espesor de apenas unos milímetros y está compuesto por una mezcla de cemento, pigmentos, resinas y aditivos.
El aspecto del microcemento es homogéneo, pero con aguas. Su gama de colores es muy amplia y puede aplicarse sobre otros acabados que ya existan.
Esta versatilidad, además del aspecto elegante y limpio que presenta, le ha hecho muy popular los últimos tiempos.
Presenta muchas ventajas, siempre y cuando lo haya aplicado un equipo especializado que nos libre de males más graves. Algunas de estas ventajas son:
- Es un material impermeable, por lo que es perfecto para zonas húmedas como los cuartos de baño o las cocinas.
- Tiene un acabado artesanal muy bonito que lo hace único. Esto lo determinan las aguas que forma, así como su rugosidad.
- Su adherencia es tan alta que permite aplicarlo sobre casi cualquier otro material.
Pero, ¿qué puede pasar si lo aplicamos nosotros mismos? Sin los conocimientos técnicos necesarios, se pueden cometer errores que necesitarán de una segunda inversión de dinero y tiempo para subsanarlos.
Estos errores son principalmente:
- Fisuras: los revestimientos continuos, al no tener juntas, pueden sufrir las tensiones producidas por movimientos en la base sobre la que se aplican. Puede llegar a fisurarse la losa de hormigón que hay debajo, la pared de yeso e incluso la capa que está más abajo. Si se aplica sobre baldosas, también pueden llegar a moverse y producir fisuras.
- Impermeabilidad: el microcemento es un material hidrófilo por lo que, al prepararlo en el mortero, absorbe el agua y los líquidos. Lo que ocurre es que si hay algún fallo en el sellador, falta de cobertura, poros o selladores que no tienen alta resistencia química, el líquido penetra y mancha el mortero sin forma de revertirlo.
- Estética de la aplicación: cuando vemos tutoriales, todo parece muy sencillo. Al llegar a casa con el material y disponernos a replicar lo que hemos visto, nos damos cuenta de que es mucho más complicado de lo que temíamos. Conseguir unas aguas suaves y elegantes es el resultado de una mano experta. Sin los conocimientos necesarios, las aguas que simulemos pueden parecer manchas o no parecer nada, quitándole todo el atractivo al producto.
Ahora que ya sabes que aplicar microcemento es una técnica muy especial, que siempre debe ser llevada a cabo por profesionales expertos, ¿a qué esperas para llamarnos y transformar tu espacio?
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