¿Cuál es el mantenimiento de una puerta de forja?

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mantenimiento puerta de forja

El mantenimiento de una puerta de forja garantiza que la durabilidad, aspecto y eficacia del cerramiento se mantendrán en el tiempo. En el artículo de hoy te explicamos unos sencillos consejos con los que tus cerramientos de forja estarán como el primer día.

En Reformas Fernández, además de ser una empresa de albañilería y pintura, también somos una herrería en Mallorca. Las tendencias decorativas van cambiando, pero la demanda de nuestros servicios se mantiene. La principal razón es que las soluciones de forjado son tremendamente versátiles y nunca pasan de moda.

 

Mantenimiento de una puerta de forja: qué debes saber

Los cerramientos de forja no solamente se utilizan en el exterior, aunque esta sea la ubicación más popular. Gracias a su adaptabilidad, podemos realizar numerosos trabajos en interiores, incluso adaptarlos para que formen parte del mobiliario y la decoración como hacemos con otros materiales como el microcemento o la piedra.

Algunas de sus ventajas son:

  • Pueden hacerse totalmente a medida
  • Suponen un grado muy alto de seguridad, pues no pueden manipularse
  • Son muy resistentes
  • Su estética es muy elevada

 

¿Por qué elegir una puerta de forja y cómo mantenerla?

Son sinónimo de estilo, personalidad y seguridad. Pero además, presentan otras características que las convierten en la opción ideal como cerramiento de una vivienda o un negocio.

Si queremos que su vida útil y estética sea larga, seguiremos estas sencillas recomendaciones para su cuidado:

  • Limpieza: debe hacerse regularmente para evitar la acumulación de polvo, suciedad y residuos. Puedes hacerlo con algo tan simple como agua y jabón. Lo que sí te recomendamos es que evites el uso de limpiadores abrasivos que puedan dañar la pintura.
  • Inspección: realiza inspecciones visuales periódicas para identificar cualquier signo de corrosión, grietas o daños en la estructura. Piensa que cuanto antes identifiques y repares los problemas, menor será el riesgo de daños mayores y menor será el desembolso económico del arreglo.
  • Óxido: retira el posible óxido cuidadosamente mediante un cepillo de alambre o lija. Después, aplica un producto que evite su reaparición. Si lo deseas, puedes pintar o aplicar una capa protectora para evitar futuras corrosiones.
  • Acabado: si la puerta está pintada, es posible que de vez en cuando necesite una nueva capa. La pintura no solo mejora la apariencia, sino que también protege del óxido y la corrosión. Recuerda que antes de pintar, la superficie debe estar limpia.
  • Engrasado: engrasa las bisagras y los mecanismos móviles para que la puerta funcione como debe. Te recomendamos evitar el uso de aceites pesados, pues pueden atraer polvo y suciedad.
  • Protección contra la intemperie: no suele ser necesario, pero si vives en una zona con climas extremos, considera la posibilidad de instalar un toldo o techo para proteger el forjado.

 

Como ves, el mantenimiento de una puerta de forja es muy sencillo y fácil de llevar a cabo. De igual manera, en Reformas Fernández estamos encantados de ayudarte ante cualquier pregunta o avería que pueda surgir, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

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